La poesía nos devuelve un poco la inocencia que hemos perdido de aquel Paraíso, donde todo era encanto y el mundo fluía con maternal serenidad y armonía. La poesía nos hace ver y sentir como los niños (que en realidad somos) sin serlo. Por eso leer poesía nos lleva de la mano y nos introduce al mundo de las maravillas, además tiene la facultad de ser un gran estimulante de la imaginación, y esa característica, ha hecho posible que sea considerada, la excelencia de la literatura; por eso de ella se nutren (aunque no lo digan siempre) los renombrados novelistas y escritores, que son -a la larga- quienes ganan dinero y lectores, pero no la corona de laureles, esa se la lleva el poeta…
Saludos,
RB.
