Poeta, escritor y exiliado cubano. Autor de numerosos poemarios: El lenguaje del ausente, Los descosidos labios del silencio, Escurriduras de la soledad, entre otros. Ha publicado dos libros de ensayos y su poesía aparece en más de treinta antologías. Ha sido parcialmente traducido al inglés, francés, italiano, portugués y hebreo. Ha merecido numerosos premios literarios, y en 1998 recibió la distinción “Homme de Lettres” de la Academia francesa de Arte-Ciencia-Letras. Dirige desde Nueva York la revista Sinalefa.
Para mí la poesía es la ignición que alienta la esperanza, es la hogaza que nutre el espíritu del hombre, para que éste continúe buscando entre las trizas del mundo la salvación del prójimo. Pero también la poesía es un elogio a la libertad que nace del asombro, es la clave secreta que transcribe el poeta en medio de su fervor o enajenamiento; es decir, el trance por donde transpire el misterio. Es una propiedad a través de la cual se empalman los fragmentos del alma quebrantada.
Poesía es –entre otra cosas- un permiso invisible que sirve para firmar en la línea divisoria entre el numen y la persona, un documento de inocencia. Es un viaje súbito que nos traga a la inversa, permitiéndonos escudriñar los archivos del creador, a cambio de mantener enarbolada la emblemática antorcha. Toda verdadera poesía es una infiltración a la virginidad. Poesía es un elfo que a fuerza de invocarlo logra abrir el pórtico del cielo.